La EvAU se celebrará entre el 22 de junio y el 10 de julio en convocatoria ordinaria y antes del 10 de septiembre en extraordinaria, según ha aprobado la Conferencia Sectorial de Educación, en la que participan los ministerios de Educación y FP, Universidades y Comunidades autónomas.

En la reunión se ha puesto de manifiesto la dificultad que está suponiendo para el profesorado que imparte clase en 2º de Bachillerato y, en especial, para los estudiantes de este curso, la suspensión de las clases presenciales a causa de la epidemia por infección del Covid-19. Es por esto por lo que se ha acordado modificar el modelo y el contenido de las pruebas para asegurar que el acceso a la Universidad se produce en términos de “equidad y justicia”.

Cambios en el examen

La prueba, no obstante, incluirá todo el temario, «para que el alumnado no se vea perjudicado por no haber trabajado en clase algún bloque o bloques de contenido de alguna de las materias”, asegura el Ministerio en un comunicado. Eso sí, tendrá más opciones de respuesta ya que podrá seleccionar un número de preguntas por bloque de composición amplia, para garantizar al 100% que versará sobre contenidos que hayan trabajado, según ha explicado Universidades.

Aunque las fechas propuestas para la realización de la EvAU dependerán de la evolución de la pandemia, se ha establecido que las calificaciones se publiquen antes del 17 de julio para la convocatoria ordinaria y antes del 18 de septiembre en el caso de la extraordinaria. La asignación definitiva de plazas no se podrá realizar antes del 25 de septiembre.

No obstante, Educación y Universidades han asegurado que, si finalmente las fechas decididas no se pueden mantener por la evolución del brote epidémico, desde los dos ministerios implicados se llevará a cabo una actualización de las mismas.

Las evaluaciones de la Lomce se suspenden

Por otra parte, el Ministerio tiene previsto emitir una resolución por lo que se suspenden las evaluaciones de diagnóstico de la LOMCE (3º y 6º de primaria y 4º de la ESO). Algunas comunidades autónomas como Madrid, ya lo habían pedido para evitar la “sobrecarga” de los centros educativos. Un aspecto que se ha tenido en cuenta para suspender las evaluaciones ha sido precisamente el hecho de la dificultad de algunos alumnos desfavorecidos para acceder a los medios tecnológicos que les permitan seguir las clases a distancia igual que al resto.

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