En estos días en los que la salud pública limita derechos y se antepone a cualquier decisión social y personal, STE-CLM quiere volver enfatizar la importancia de la educación del alumnado para toda la sociedad a medio y largo plazo.

Se van sucediendo las noticias de positivos en grupos de convivencia estable en los colegios. Se han publicado estudios que predicen que en Castilla-La Mancha podrían cerrarse hasta el 4% de los grupos escolares en un mes y los padres / madres temen que a sus hijos e hijas les manden a casa a guardar cuarentena durante 10 días -hasta hace poco el protocolo de sanidad establecía 14-, Ya sea en aislamiento, por tener síntomas, o en cuarentena, por haber sido contacto estrecho.

Desde STE-CLM llevamos tiempo pidiendo respuestas definitivas a las necesidades de conciliación de dichas familias. Para las y los docentes también afectados por estos cierres de aulas de sus hijos e hijas menores, la normativa sigue llena de lagunas y nos estamos encontrando con una enorme disparidad de criterios, dependiendo de factores tales como si se es personal funcionario de carrera o interino, si el médico de cabecera hace PCR o no al hijo/a confinado. Ante un caso similar, de confinamiento preventivo ordenado por Sanidad, algunos médicos de cabecera están dando de baja a los padres, mientras que otros no.

Ante este aumento de aulas confinadas, se ha optado por publicar instrucciones acotando el concepto de “Contacto estrecho”. Así, en los grupos que no son de convivencia estables (a partir de 3º de primaria), solo se consideran “contacto estrecho” a quien ha estado a menos de 2 metros de distancia, sin mascarilla durante más de 15 minutos…es decir, nadie. Parece que la Administración quiere minimizar los problemas de conciliación familiar generados por las cuarentenas preventivas, eliminando las propias cuarentenas preventivas.

Al profesorado se le ha cargado con la responsabilidad de certificar si un alumno ha usado la mascarilla correctamente, parece ser que ahora todos somos expertos epidemiólogos y sabemos detectar si una mascarilla es nueva, o lleva usándose una semana, por ejemplo… Nueva carga para un profesorado, al que parece que lo último que se le esté pidiendo, es que enseñe su materia.

La regulación de los tan cacareados “grupos de convivencia estable” también son un cúmulo de vaguedades e incongruencias, que STE-CLM venimos denunciando desde el inicio de curso.
Como hemos dicho, estos grupos se han planteado para los niveles de infantil y 1º y 2º de primaria, y aquí viene la principal incongruencia, al ser excluidos por la Administración del esfuerzo por bajar la ratio de estos niveles y mantenerlos en 25 alumnos. Nunca hemos entendido porqué en los niveles en los que el uso de la mascarilla no es obligatorio, y mantener la distancia de seguridad es una quimera, no se haya abordado una bajada de ratios, que reduzcan los posibles riesgos de contagio.

Más centrados en la organización del día a día de estos niveles, se explicó por parte de la Administración que dichos grupos (más conocido como “burbuja”) estaría formados por la tutora más 1 especialista como máximo, de manera que el resto de especialistas (Música, Educación Física, Inglés, Religión) darían su clase en otra instancia, a través de una videocámara que se proyectaría en la pizarra digital, todo coordinado por la tutora -decimos tutora porque en la Mancha el 98.3% son mujeres si hablamos de Infantil-. Para empezar, las tutoras no pueden estar con el alumnado de valores éticos y a la vez vigilar el aula mientras el personal laboral que imparte religión lo hace por una pantalla. Esta cuadratura del círculo, sin embargo, se está desarrollando en algunos centros, cercenando el derecho a una educación aconfesional de parte del alumnado.
Para continuar, supondría prácticamente que las tutoras estuvieran con sus grupos burbuja toda la mañana con sus tutorandos, sin descanso, desde las 9:00 hasta las 14:00 (no contamos aquí el tiempo que están dedicando a entrar antes y salir después para evitar las aglomeraciones de los centros educativos), eliminando así cualquier posibilidad de apoyos y refuerzo. Aun así, algunos centros lo han conseguido sobre el papel, pero luego llegan las dificultades al romper ese modelo la entrada en el aula del personal de enfermería, Auxiliar Técnico Educativo, Maestros/as de Pedagogía Terapéutica y Audición y Lenguaje, que si no intervinieran en la diversidad del alumnado de la escuela pública, sería denunciable. El problema se agrava por la precariedad laboral a la que están sometidos este colectivo de docentes, pues en su gran mayoría tienen que desarrollar su labor en varios centros escolares distintos, sirviendo de posible vector de contagio, que elimina radicalmente la “burbuja” de los grupos.

En la práctica, la limitación de contactos en los grupos estables se ha transformado en “recomendación”, y en realidad, los especialistas siguen entrando en las aulas, sean o no sean de “grupos de convivencia estable”, pero con el agravante de que cuanto más pequeños sea el alumnado, más alumnos hay en las aulas.

Pero volvamos a la realidad de la función educativa: después del “trabajazo” de ordenar alumnado, mesas, aulas y profesorado, llegan situaciones como la que describe la siguiente fotografía, tomada en un centro de Primaria. Así es imposible impartir docencia y estar en condiciones de aprender. Vale que el profesorado se tiene que adaptar, pero que no se le pida milagros y que no se olvide que las escuelas son eso, centros “educativos” y no otra cosa.

Sigamos con la organización que tanto condiciona el hecho educativo: espacios que ya no existen (aulas de Música, aulas informáticas, talleres, laboratorios…) suponen una merma de las posibilidades educativas en las áreas más prácticas. Las materias de Música y Educación Física se están desarrollando de la mejor manera gracias a la creatividad de su profesorado, pero sin perspectivas de búsqueda de otras alternativas por parte de la Administración. Llevamos años escuchando la necesidad de adaptar las metodologías por aquellas más participativas y colaborativas, pero ahora que se impone un distanciamiento entre el alumnado, parece que hay que volver a la clase magistral.

Mención especial se merece la escuela rural. Como parece que lo único que le quita el sueño a la Administración son las ratios elevadas, parece que estos centros se han mantenido al margen de las medidas extraordinarias de adaptación, olvidando que la mayoría de sus maestros y maestras son “itinerantes” y viajan entre centros y poblaciones, con sus coches, jugándose la vida en la carretera, como antes de la pandemia, pero ahora interconectando grupos de alumnos de diferentes localidades y sirviendo de posible vector de propagación de la pandemia.

Durante el confinamiento de la pasada primavera, sabemos que un 30% de alumnos/as no se conectaron a las clases a distancia. La formación sobre la nueva plataforma online apenas ha llegado al profesorado, así que, hoy por hoy, seguimos sin estar en disposición de poder garantizar una adecuada enseñanza a distancia.

Se nos presentaron 3 escenarios educativos (presencial, semipresencial y online) en función de la evolución de la pandemia. STE-CLM lleva meses pidiendo la regulación de la modalidad semipresencial, pero desde la Administración se nos respondió que ya se regularía cuando hiciera falta, pues, en principio no se planteaba de inicio en ningún centro. Sin embargo, nos encontramos como la semipresencialidad es la única respuesta que la Administración le ha dado a los IES con ratios altas desde 3º de la ESO. La semipresencialidad debería limitarse a atender a aquel alumnado que por razones sanitarias no puede desarrollar su docencia de manera presencial, nunca servir para esconder que no se quiere contratar a más profesorado para abordar una bajada de ratios. La Administración no se puede escudar en la falta de espacios en los centros, pues todos los Ayuntamientos han puesto a disposición de Educación, multitud de espacios municipales.

Con todo, nos impresiona el esfuerzo tanto de profesorado y alumnado estas primeras semanas de curso para poder realizar la enseñanza y aprendizaje y que se esté consiguiendo, aunque no con las mejores condiciones. Desde STE-CLM, queremos trasladar nuestra más sincera enhorabuena al profesorado por su dedicación, esfuerzo y profesionalidad, y seguiremos denunciando aquellas situaciones que dificulten esta labor, como ya hemos hecho desde el inicio de curso.

HACEMOS LO QUE DECIMOS, DECIMOS LO QUE HACEMOS