Tras el enorme esfuerzo hecho por gran parte del profesorado en tiempo y dinero para obtener las certificaciones en idiomas, apremiado en muchos casos más por la necesidad de obtener un buen destino definitivo en el caso del funcionariado de carrera, o por la necesidad de no perder posiciones en la lista de aspirantes a interinidad, observamos como a partir del curso escolar 2022-23 se reducen sustancialmente el número de proyectos bilingües y plurilingües en nuestra región.

La Resolución de 28/01/2022, de la Dirección General de Inclusión Educativa y Programas, concluye con un total de 45 proyectos a los que se autoriza el abandono (otros 9 lo han solicitado, pero por diferentes motivos no se ha autorizado), y solo 2 nuevos proyectos. Pasamos así del pico de programas que tuvimos en el curso 18/19 con 618 a los 570 del próximo curso 22/23.

Se confirma así lo que STE-CLM siempre ha defendido: que el modelo bilingüe no es el idóneo para nuestra región. Ahora, claustros y consejos escolares de los diferentes centros educativos están ratificando que este modelo no gusta. Los motivos del abandono de estos proyectos son los mismos defendidos por STE-CLM. Si bien es cierto que se mejora las destrezas lingüísticas del alumnado, se hace a un precio muy alto: segregación de centros en una misma localidad, de alumnado dentro del mismo centro, pérdida de compresión de los contenidos en las disciplinas no lingüísticas, mayores dificultades de aprendizaje para todo el alumnado (en muchos casos resueltas por clases particulares o academias privadas, a las que no todos pueden acceder), etc. Este problema se agrava con el abandono de las Escuelas Oficiales de Idiomas, que cada año pierde matrícula y alumnado, y con las escasas facilidades que se da al profesorado de idiomas de los colegios e institutos para trabajar con grupos pequeños todas las destrezas lingüísticas, especialmente las orales.

Este año, además, se añade un nuevo problema, y es la exigencia del nivel C1 para impartir bilingüismo en bachillerato y FP. STE-CLM ha preguntado en diferentes mesas sectoriales conocer cuál es la realidad del profesorado de nuestra región, sin obtener respuesta a día de hoy. No sabemos cuántos de los funcionarios de carrera o aspirantes a interinidad tiene este nivel, algo fácil de calcula porque tienen un complemento económico. Tampoco sabemos si este número de docentes es suficiente para asegurar la continuidad de los programas lingüísticos. Antes las dudas, la Consejería se ha puesto a pisar las flores de su jardín, con unas instrucciones contrarias a la Orden 27/2018 (incumpliendo así la jerarquía normativa) donde se retrasa la exigencia de tener el C1 hasta el curso 24/25.

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