El 25 de abril se celebra el Día Internacional de las Niñas en las TIC. Esta fecha fue instaurada en 2010 por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), con el objetivo de cerrar la brecha digital de género. Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) desempeñan un papel fundamental en nuestro mundo en constante avance. Sin embargo, la brecha de género también se manifiesta en el ámbito digital, especialmente para generaciones de mujeres que están más alejadas de la actualidad. Factores como la ubicación geográfica, los recursos económicos, la educación y el idioma influyen directamente en esta brecha.
Para abordar esta desigualdad, es crucial educar a nuestras niñas en las TIC desde una edad temprana. Aquí hay algunas soluciones que debemos implementar:
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- Eliminar estereotipos: Debemos desafiar la idea de que las tecnologías son sólo para niños y fomentar referentes femeninos en estos campos.
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- Alfabetización digital: Los gobiernos deben proporcionar alfabetización digital a mujeres que no tuvieron acceso a las TIC debido a su edad o circunstancias sociales y de género.
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- Empoderamiento desde las aulas: Las niñas de hoy son las mujeres del futuro. Por lo tanto, debemos fomentar su empoderamiento a través de la educación en tecnología.
Y es que para muestra un botón, en un mundo donde los nombres de Mark Zuckerberg y Larry Page resuenan como campanas de iglesia, la historia de Hedy Lamarr se desvanece en el ruido digital, es cierto que la historia de Hedy Lamarr es un ejemplo impactante de cómo las contribuciones de las mujeres en el campo de la tecnología a menudo se pasan por alto o minimizan ¿dónde está el reconocimiento? ¿Por qué no vemos a Hedy Lamarr en los libros de historia de la tecnología junto a Steve Jobs o Bill Gates? La respuesta es tan simple como triste: la misoginia y el sexismo persisten incluso en los campos más avanzados.
Lamarr, fue la mujer que revolucionó la comunicación inalámbrica y fue relegada al olvido. Su historia es un recordatorio doloroso de que el patriarcado no solo se manifiesta en las salas de juntas y los parlamentos, sino también en los libros de texto y las pantallas de cine.
Entonces, aquí estamos, en un mundo donde las ondas invisibles nos conectan a través de Wi-Fi, mientras la memoria de Hedy Lamarr se desvanece en la bruma del tiempo. Es hora de reconocer su legado y darle el lugar que merece en la historia de la tecnología.
Desde la Organización de Mujeres de la Confederación Intersindical, instamos a la sociedad en su conjunto (educadoras y educadores, familias, gobiernos, empresas tecnológicas, medios de comunicación, etc.) a actuar para reducir esta brecha digital de género, que afecta no solo a las mujeres, sino a toda la sociedad.