Como cada año, el 28 de mayo, la Organización de Mujeres de la Confederación Intersindical conmemora el Día Internacional de la Salud de la Mujer, reclamando planes de atención integral para la salud de la mujer en todos los territorios de España, así como su implementación efectiva en los servicios de salud pública.
Este año más que nunca, y con la crisis de salud que COVID 19 ha traído consigo, la precariedad de las políticas de salud que afectan a la mitad de la población mundial es evidente. Es esencial para nosotras analizar esta crisis de salud en términos de género, y enfocar esta pandemia con las consecuencias y causas profundas de estas desigualdades entre hombres y mujeres.
Indudablemente, las mujeres son las víctimas colaterales de esta emergencia de salud. Esta crisis ha aumentado la desigualdad de género y está teniendo un grave impacto en la salud y la seguridad de las mujeres, que tienen el mayor costo físico y emocional de esta situación.
Según datos de las Naciones Unidas (ONU), en todo el mundo, las mujeres están más expuestas a los riesgos de contagio, ya que el 70% de las personas que trabajan en la atención pública en los sistemas sociales y de salud son mujeres, el 86% de las personas que trabajan en geriatras o como asistentes geriátrico, que asisten a centros de día y hogares de ancianos, son mujeres; Las mujeres representan el 70% de las personas trabajadoras en las farmacias, el 90% de las limpiadoras de empresas, hoteles y hogares, y el 85% son las mujeres que trabajan en las cajas registradoras de los supermercados.
La saturación de los servicios de salud ha provocado la parálisis y las dificultades de las mujeres para acceder a servicios básicos de salud materna y sexual, programas de prevención del cáncer de mama y muchos más servicios médicos esenciales. El confinamiento ha llevado a un aumento de la violencia de género, ya que las mujeres deben ser encerradas junto con sus abusadores.
Recordamos a las mujeres migrantes en situación irregular, a las víctimas de la trata, a las mujeres con diversidad funcional, a las mujeres en los campos de refugiados y a todas las mujeres que no son atendidas y a las que se vulnera el derecho a la salud debido a los deficientes sistemas de salud pública.
La mujer es nuevamente en esta crisis víctima: por su salud, por la violencia doméstica, por la falta de interacción social y por la carga de cuidar a los demás.
28 de mayo de 2020
Organización de mujeres. Confederación Intersindical