Hace ya 34 años que el primer Congreso de la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadoras del Hogar proclamó el 30 de marzo como el “Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar”. Por primera vez, se pusieron sobre la mesa las discriminaciones vinculadas a este trabajo, que es realizado en su inmensa mayoría por mujeres. Más de tres décadas después, continua siendo una fecha poco conocida para la sociedad en general y poco reconocida por las instituciones, hasta el punto que la ONU global no lo conmemora todavía o que no fue hasta el 2011 que la OIT publicó el convenio 189, que pretende asegurar el “Trabajo Decente para los Trabajadoras/es Domésticas/os”. Y afirmamos que pretende pero no consigue, ya que no se ha visto una mejora suficiente la regularización de estas trabajadoras.
Las trabajadoras del hogar y los cuidados sufren un altísimo grado de precariedad. Su nivel de contratación es escaso, con cifras oficiales que no muestran la situación real; sus condiciones laborales son malas, con horarios cambiantes, considerables cargas físicas y mentales, y con centros de trabajo que son domicilios particulares donde la inspección de trabajo no puede llegar; sus salarios son bajos, a causa del alto grado de parcialidad y eventualidad; sus enfermedades profesionales no están reconocidas, como pasa con tantas profesiones feminizadas.
Se da la circunstancia, además, de que la inmensa mayoría son mujeres migrantes, que han dejado a sus familias a miles de kilómetros para cuidar de las nuestras, y para huir de la pobreza o de los conflictos. Como personas, como mujeres, como trabajadoras esenciales, merecen un reconocimiento de la sociedad que se traduzca en la garantía de sus derechos laborales.
Desde la Organización de Mujeres de la Confederación Intersindical denunciamos la situación que viven las empleadas del hogar en el estado espanyol, que no ha llevado a término ninguna medida para dignificar y regularizar el trabajo que realizan estas mujeres.
En este sentido, exigimos que se ratifique de inmediato el convenio 189 de la OIT, que pide la dignificación de las trabajadoras del hogar y los cuidados; que se elimine la enmienda 6777, que retrasa su plena incorporación a la seguridad social al 2024; y que se derogue sin más demora la ley de extranjería, que constituye un obstáculo insalvable e injustificable para todas las personas migrantes.
¡Queremos la regularización ya!