La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 24 de enero el Día Internacional de la Educación con el objetivo de celebrar el gran papel que desempeña la educación para el desarrollo sostenible y la paz mundial.
La educación es un derecho humano (Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948). Sin embargo, según la UNESCO, en la actualidad, 262 millones de niños y jóvenes siguen sin estar escolarizados, 617 millones de niños y adolescentes no pueden leer ni manejan los rudimentos del cálculo; menos del 40 por ciento de las niñas del África Subsahariana completan los estudios de secundaria baja y unos 4 millones de niños y jóvenes refugiados no pueden asistir a la escuela.
Hoy, 24 de Enero, debemos resaltar que queda mucho por hacer para llegar a una educación de calidad, equitativa e inclusiva para todas las personas. La desigualdad de género y la pobreza siguen siendo los dos pilares que sustentan el no cumplimiento de este derecho humano.
El año 2020 nos ha dejado una clara muestra de esta brecha económica y social en nuestro país. En cuanto a la brecha de género, el número de mujeres trabajando fuera de casa en España retrocedió algo más que el de hombres en plena pandemia, y la recuperación del empleo en el tercer trimestre de 2020 fue ligeramente superior entre ellos, ampliando la diferencia de género ya existente. Por otro lado, España es uno de los países europeos de nuestro entorno en el que más han aumentado la desigualdad económica a consecuencia de la crisis del coronavirus. Esta desigualdad ya quedó patente cuando, durante el confinamiento y las clases online, los y las docentes pudimos constatar como no todo el alumnado tenía acceso a este tipo de educación. El total de familias no gozaban de “salud digital” para poder disponer de un ordenador para sus hijos/as de manera que pudieran seguir las lecciones por las plataformas digitales (cuando, además, numerosos padres y madres necesitaban otro ordenador para llevar a cabo su propio teletrabajo).
La sombra de la pandemia ha sido alargada y ha vuelto a poner en evidencia la infrafinanciación económica en Educación.No debemos olvidar que también es debido a políticas de recortes que azotaron significativamente al ámbito educativo y de los que aún no nos hemos recuperado.
Otra gran evidencia ha venido empujada por “Filomena”, la borrasca que nos ha congelado los centros educativos por fuera y por dentro al tener que abrir las ventanas de las aulas durante las horas lectivas. La obligación de ventilar para evitar contagios de covid-19 ha dejado pavorosas escenas de clase con alumnos y alumnas ataviados con sus abrigos, gorros, guantes, mantas,.. sin alternativa.
Desde STE-CLM queremos volver a recordar que en nuestra Comunidad Autónoma no llegamos a la media mundial en financiación en Educación del 4,2% del PIBpm, por ello en el Día Internacional de la Educación volvemos a poner el foco en la misma.