A finales del 2015 la Asamblea General de las Naciones Unidas acordó declarar el 11 de febrero como el Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia. Desde entonces, el la Organización de Mujeres de la Confederación Intersindical se ha sumado al apoyo y reivindicación de este día recopilando propuestas y recursos didácticos encaminados a visibilizar la contribución de la mujer al conocimiento científico, así como a reforzar la participación de mujeres y niñas en el ámbito de la ciencia, la investigación y la innovación.
Las estadísticas desagregadas elaboradas por distintas universidades e instituciones científicas, nacionales y europeas, siguen mostrando la necesidad de fomentar carreras científicas entre las niñas y las jóvenes. Especialmente en las enseñanzas STEM. Seguimos poniendo el foco en la educación obligatoria para visibilizar a nuestras investigadoras de hoy y de antaño como referentes y modelos para las futuras estudiantes universitarias.
Es necesario continuar insistiendo en poner en evidencia las dificultades de promoción a escalas superiores y de liderazgo en proyectos científicos de las mujeres que trabajan en ciencia e innovación.
En España, apenas una de cada cuatro estudiantes de grado de primer y segundo ciclo en ingeniería y arquitectura son mujeres. Esto ocurre también en la UE y en el mundo, donde tan solo, según datos de la UNESCO, el 3% de las estudiantes de carreras relacionadas con las tecnologías de la comunicación son mujeres, y en campos de vanguardia como la inteligencia artificial, solo una de cada cinco profesionales es una mujer.
Para la Organización de Mujeres de la CI, es un objetivo prioritario insistir en la necesidad de revertir esta situación. Hay que seguir potenciando la atracción de talento femenino joven y se debe apoyar la carrera profesional de las investigadoras.
Por ello, insistimos en nuestro compromiso continuado con todos aquellos programas y proyectos en favor de la lucha por la igualdad de género en la ciencia.
La Organización de Mujeres de la CI se suma así a contribuir al fomento de las vocaciones científicas entre las más jóvenes y a la participación plena y efectiva de las mujeres en el ámbito de la I+D+i, avanzando así hacia una ciencia de excelencia, más igualitaria y de mayor calidad.
La innovación científica también tiene nombre de mujer.
